El Yoga Sutra de Patanjali, nos orienta con uno de los yamas más exigentes en la vida de un yogui: “Asteya”. En sanscrito este yama significa “no robar”, pero no se trata solo de robo en el sentido retórico de la palabra: en la filosofía hindú, “se roba algo” cuando adquirimos cosas que no necesitamos. Dice Gandhi, “incluso si no ha sido adquirido mediante un robo, debe, sin embargo, considerarse robado por ser poseído sin necesitarlo”.
Hoy analizaremos Asteya y las formas en que se puede incorporar esta práctica en la vida diaria y durante la práctica del yoga. Veremos cómo influye este yama en la forma de poder ser más felices con lo que se tiene y no con las cosas que no tenemos y no nos pertenecen.
Cuál es el objetivo de Asteya
El tercer yama de Patanjali nos invita a pensar por nosotros mismos, a confiar el uno en el otro, a apreciar quiénes somos y qué tenemos. El objetivo de Asteya es eliminar todas las tentaciones de apropiación injustificada y deshonesta frente a los demás. Por lo tanto, un yogui ya no puede tomar cualquier beneficio u objeto innecesariamente, sino solo aceptar las cosas que son impredecibles en su vida.
Cómo debe ser interpretado Asteya
El tercer miembro del Yama deber ser entendido en un sentido amplio. Asteya no se aplica solo a la lujuria material, sino a los valores espirituales, ideas y elecciones de los demás. Este yama se niega a apropiarse de lo que no se puede poseer. Es necesario poder discernir entre lo que es legítimo y lo que no es legítimo, respeto a la propiedad, ausencia de robo, honestidad, etc.
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Envidiar a los demás
Esta mala práctica puede considerarse una violación de Asteya. En ocasiones las personas sienten la necesidad de adueñarse de cosas o apropiarse de un éxito ajeno, de querer tener una belleza física que no tienen, un buen estado de salud, la flexibilidad de otros, la suerte de un amigo, etc. porque simplemente piensan que lo merecen, y porque creen que no pueden conseguirlo por sí mismo.
Dar un mal uso a un servicio o una cosa
Usar algo para un propósito que no sea su uso normal, o más allá del tiempo permitido por su dueño, también es una oportunidad para aplicar Asteya. Esto incluye abuso de propiedad, abuso de confianza, mala administración y mal uso.
Cómo aplicar Asteya en la vida diaria
Durante las actividades del día a día, son numerosas las ocasiones donde podemos aplicar el tercer yama de Patanjali, logrando aprender sustancialmente para elevar nuestro ser a un nivel superior.
Encontrar alegría
Son muchas las ocasiones que pensamos que debería ser divertido, pero no ha sido así. En estos casos, es fácil dejar que la estimulación externa afecte nuestra felicidad y literalmente nosotros mismos nos robamos la alegría porque algo no salió exactamente como lo planeamos, o porque tenemos un apego con algún objeto o una persona, o nos obsesionamos con la perfección y olvidamos saborear el panorama de nuestro entorno real.
Con mucha regularidad, nosotros mismo somos la causa de nuestra infelicidad. Permitimos que las personas, los ambientes y las experiencias, impacten nuestra capacidad de ser felices. Confiamos más en la estimulación externa o en el qué dirán, en lugar de vivir en la dicha pura de estar vivos, y en el momento.
El no apego elimina el deseo de robar, por lo tanto, esta liberación conduce a un mayor dominio de uno mismo, pero también a vivir con lo esencial. De esta forma evitamos las ilusiones del poder, la riqueza y la fama.
El yoga nos enseña a conectarnos con nosotros mismos a través de la mente, el cuerpo y el espíritu, y cuando pensamos en el concepto de Asteya con respecto a un estado de felicidad en el mundo, se nos recuerda que no debemos robar la propia alegría de nuestras vidas.
Superando el miedo
Si bien el miedo desde la perspectiva de la evolución y la supervivencia ha sido necesario, lo cierto es que ya no nos persiguen los tigres de sable y leones, por lo que algunos de los temores que enfrentamos hoy han evolucionado debido a las experiencias y el trauma del pasado.
Pero desafortunadamente, dejamos que el miedo nos frene de manera tan significativa, al punto, que nos robamos la posibilidad de vivir buenas experiencias en nuestras vidas, ya sea en el ámbito personal o profesional. Nos mantenemos en puestos de trabajo, relaciones y situaciones que no nos sirven porque tenemos miedo al cambio.
Hay quienes afirman que la presencia del miedo es realmente una ausencia de amor. La práctica de Asteya en este ejemplo, nos recuerda que no debemos negarnos experiencias en la vida por miedo.
Gestión del tiempo
El tiempo es precioso, cada momento, cada día que estamos vivos es un regalo. Entonces, por qué desperdiciamos nuestro tiempo tan valioso y muchas veces robamos el de los demás. Perdemos el tiempo en malas relaciones, hábitos, amistades y trabajos. La mente muchas veces nos dice que nos mantengamos donde sea seguro y cómodo, por lo que casi siempre perdemos el tiempo alimentándonos con esos pensamientos negativos que creemos verdaderos y que nos mantienen inmóviles.
Generalmente pasamos también la mayor parte del tiempo pensando en mil cosas a la vez, donde no concluimos nada importante. Otras veces solo pensamos en el pasado, o en las preocupaciones por el futuro.
El mundo interactivo de hoy, también nos hace perder mucho tiempo en seguir las acciones, comportamientos y hábitos de otras personas, principalmente mediante las redes sociales.
Ciertamente, no todos quieren, o pueden, usar un planificador diario, pero la práctica de Asteya es sin duda un buen recordatorio para ser conscientes de cómo usamos nuestro tiempo y cómo usar, incluso, el tiempo de otras personas.
Por lo tanto, es necesario tomarse un momento para agradecer a las personas de nuestro entorno, esos que continuamente nos están dando algo de su tiempo sin pedir nada más a cambio. De esta forma es fácil ver la diferencia en las vidas de las personas que amamos; es muchos más fácil ser generoso con otros y con nosotros mismos, y es mucho más gratificante ofrecer ayuda sin buscar recibir un favor de vuelta.
Ideas para no robar nuestro propio tiempo y el de los demás
- Escribir correos electrónicos cortos, concisos y elegantes
La mayoría de los profesionales que trabajan reciben más de 100 correos electrónicos por día. Si vas a agregar uno a la cola, esfuérzate por ser preciso.
- Piensa antes de llegar a alguien en busca de ayuda
Antes de aprovecharte del tiempo de los demás, piensa en que si lo que necesitas es realmente importante, o en si no puedes conseguir la respuesta en otra fuente, como Internet. Esfuérzate por ser autosuficiente y responde tus propias preguntas, siempre que sea posible. De hecho, hacer tu propia investigación casi siempre resulta ser más rápido que esperar que alguien más responda.
- Considera no hablar
“Abre la boca solo si lo que estás a punto de decir es más hermoso que el silencio“. Proverbio árabe.
- Ser puntual
Llegar a tiempo a una cita, una reunión, etc. además de ser una señal de respeto hacia los demás, es no robar su tiempo y aprovechar el tuyo al máximo. Esta buena práctica, enseña, incluso, a otros a comportarse igual.
- Aprende a decir NO
No te comprometas con proyectos que no eres capaz de llevar a cabo o que simplemente no deseas completar. Aprender a decir no en estas circunstancias, es una buena práctica de Asteya.
- Explique claramente tus pautas
Especialmente si trabajas por cuenta propia, asegúrate de que tus clientes y colaboradores conozcan claramente tus pautas. Esto puede evitar dolores de cabeza y tiempo perdido más adelante en para todos los involucrados.
- Evita tomar decisiones ambiguas
Trata de evitar cambiar tu opinión a mitad de camino, especialmente si la nueva decisión crea un inconveniente significativo para los demás. Si debes romper un compromiso, hazlo lo más rápido posible.
- Comunícate con claridad
Ordena bien tus pensamientos antes de comenzar a hablar o enviar correos electrónicos. Sé directo, habla desde el corazón, di lo que es verdad. Por lo general, las cosas más importantes y poderosas que puedes manifestarle a otro ser humano, resulta ser también la más simple y breve, lo que ayuda a no desperdiciar el tiempo de los demás.
Bienestar y cuidado personal
Una de las mejores formas en que podemos practicar Asteya es en ver cómo nos preocupamos por nosotros mismos. Todos los días comemos mal, vivimos en exceso, omitimos ponernos a yoga, nos olvidamos de meditar y nos robamos la felicidad y la salud de nosotros mismos.
Es fácil decir “no tengo tiempo” cuando se trata de autocuidado, por ejemplo, es fácil eludir esa clase de yoga del viernes porque ha sido una semana larga y solo queremos llegar a casa y descansar. Es fácil omitir el gimnasio porque hay más preocupación por atender las cosas del hogar. Es fácil comer cualquier cosa, en lugar de planificar una dieta nutritiva por falta de tiempo.
Asteya nos da la oportunidad de programar nuestro día, incluyendo las acciones más importantes, principalmente las actividades para nuestro cuidado personal, para nuestro cuerpo y nuestra salud.
Asteya en la práctica de yoga
Incluso en nuestra práctica de yoga, podemos vernos tentados a robar el progreso de nosotros mismos tomando las posturas fáciles, las poses que sabemos hacer, evitando los desafíos. Tal vez hay mucha prisa por asistir a una clase de yoga y perfeccionar la forma física, sin embargo, nos olvidamos de limpiar nuestra mente y nuestro interior a través de la práctica.
En la práctica de yoga, Asteya se puede aplicar en esos momentos donde se desea pasar a la siguiente postura, sin haber dominado por completo la asana anterior. Asteya comienza a hacer efecto cuando realmente disfrutamos de una postura y la controlamos, pero también, cuando reconocemos honestamente que no podemos experimentar una asana para la cual no estamos preparados.
Durante el yoga, Asteya también se puede aplicar cuando se piensa que otros participantes realizan mejor las asanas, dando paso a la autocrítica. En este caso, el robo se produce cuando nos subestimamos a nosotros mismos, deseando las habilidades físicas de los demás, sin haber puesto el mayor esfuerzo de nuestra parte.
La práctica de Asteya guía al Yogui a reconocer su propio valor para no envidiar el de los demás y a aplicar este aprendizaje en su vida diaria. Por lo tanto, es necesario tomarse el tiempo para escuchar internamente lo que en realidad es necesario y desarrollar la gratitud, reconociendo que lo que se tiene, es lo esencial para vivir felices.
Conclusión
Mientras ponemos en práctica el concepto de Asteya tanto en la práctica del yoga, como en las actividades de la vida cotidiana, al abstenernos de robar o tomar lo que no nos pertenece, ya sea tiempo, algún elemento físico, pensamientos, características o logros; seguimos avanzando lentamente hacia una vida más feliz.
Una actitud sin deseo ilusorio nos proporciona una sensación de gran riqueza. Tenemos la sensación de tener lo esencial y lo que viene más adelante, se vive como una alegría o un regalo. Si practicamos Asteya, recogemos las joyas de la vida, que no son necesariamente lucrativas. La verdadera joya de esta práctica, es la paz mental, la alegría y la felicidad.
Muy buen artículo! super completo e inspirador para comprometerse con la práctica…Muchas gracias!!!
Gracias por este articulo tan esclarecedor y de tanto aprendizaje para nuestra vida cotidiana. Namasté
Muy interesante este articulo. Saber educarnos en lo que queremos poseer y lo que realmente necesitamos. Entendiendo quenla paz y la felicidad no tiene que ver consatisfacer los deseoa de adquirir solo cosas materiales
Gracias!!! Reflexivo y práctico. Ayuda a aplicarlo en la vida cotidiana.
Gratitud por interesante y constructivo articulo de Asteya. Me brindaron la oportunidad para aplicar Asteya al utilizar mi tiempo recibiendo este maravilloso conocimiento que aplicare en el día a día. Las ideas para no robar nuestro propio tiempo y el de los demás las considero básicas y enriquecedoras para iniciar el cambio en nuestras vidas.
Namaste
Muy interesante lo que trasmiten desde los efectos de las posturas, las consecuencias emocionales de las asanas, etc me impactan. Profundizar de llevar la Yoga a la vida diaria me parece un precioso desafío, gracias, gracias, gracias ????
Profundo,simple es para tenerlo de cabecera, gracias por compartirlo.
Gracias por la enseñanza de este yama, asteya, lleva tiempo incorporar pero la mente todo lo puede. Namaste
muy bueno el articulo de asteya!!!muy claro y enriquecedoe
Gracia por la claridad en la explicación de este Valor
Me gustó el artículo . Asteya. Para qué tener lo que no necesitamos.
Hace tiempo que comencé a re educar comportamientos. Y soy feliz …más satisfecha…
Solo lo necesario.
A veces pienso “tendría que cambiar los muebles” …pero estan buenos…”ampliar la casa”. Y respondo…para qué?
Gracias es bueno repensar sobre las reales necesidades.
Marice
Pero… No crees que Astray te lleva a la mediocridad. Porque no redecorar tu segunda casa? La primera es tu cuerpo y al igual que la segunda solo se habita una vez en esta vida.
Interesante y reflexivo este articulo de Asteya, no habia tenido el gusto de saber de el y realmente me impresiono lo que abarca y como puede hacerme mejorar con su informacion tan importante. ???????? Gracias, Sat Nam!