Fedora Fonseca nació en Chile, pero a los 22 años se fue a Barcelona, donde vive hoy. Conocer el yoga marcó un antes y después en su vida. Se formó por Hargobind Singh Khalsa y fue titulada por KRI, AEKY y European Yoga Alliance. Lleva alrededor de 20 años brindando clases de Kundalini Yoga en Barcelona, Girona y Buenos Aires.
Además, es Co-fundadora de Happy Yoga, Federación de Centros de Yoga en Catalunya y Sudamérica; y Directora de la Formación de Kundalini Yoga de la Asociación Prem.
También, al haberse titulado en Danza, Fedora Fonseca ha creado el método PraanDanza, fusión de Danza y Yoga, y OpenYoga, fusión de Yoga y Música electrónica.
Desde Relajemos.com tuvimos la oportunidad de conversar con ella y aquí compartimos contigo sus palabras.
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Recorriste muchas otras formaciones y disciplinas hasta llegar al yoga, ¿qué fue lo que te “conquistó”?
Soy bailarina, me formé en una escuela muy hermosa y de altísima calidad en Chile. Allí nunca hice yoga. Cuando viaje a Barcelona conocí distintas disciplinas de movimiento y también teatrales. La danza Butoh fue la que más me impactó, porque es danza en meditación profunda. Ése fue mi primer encuentro con la energía y la meditación a través del cuerpo.
La primera vez que tome una clase de yoga fue de Kundalini. Fue casi sin querer, no sabía a lo que iba… Desde esa mañana no lo he dejado, ¡y ya pasaron 20 años!
Lo que me tocó, o conquistó del yoga fue el viaje energético; la integración del movimiento del cuerpo con la energía y la respiración, y cómo ese cocktail ampliaba mi percepción de mí misma y de la vida. Se encendió en ese entonces como un fuego interno que me daba tranquilidad y alegría.
¿Dirías que tus formaciones se fusionan, de alguna manera, en tu escuela?
Tanto la técnica de danza en la que me formé, como la danza Butoh se integran en mi experiencia de yoga. Cada día, en cada clase, los tres linajes están allí, presentes en mi manera de vivir y transmitir el yoga.
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¿Nos contarías un poco sobre Happy Yoga?
Happy Yoga comenzó hace 20 años, en esas primeras clases de Kundalini a las que asistí. Allí conocí a Isabel Solana; ella estaba buscando un lugar para abrir un centro de yoga, nos hicimos muy amigas y me propuso que fuéramos socias en este movimiento.
Desde ahí la escuela fue creciendo y expandiéndose. Nosotras seguimos siendo socias y amigas del alma.
Hoy ofrecemos formaciones de Kundalini Yoga y Hatha Yoga, y también otras, como: cocina saludable; formación en yoga para el embarazo y crianza; clases de Kundalini, Hatha, y otros estilos como Ashtanga, Anusara, Bhakti Yoga y Yoga orgánico.
Cada mañana, además, hay Sadhana, que es la práctica diaria matinal de Kundalini Yoga y meditación en mantras. Hacemos retiros en la naturaleza durante el año y un festival en el verano con yoga, talleres de distintas disciplinas, conciertos de músicas del mundo, festivalito para niños, actividades para adolescentes, Temazcal (sauna purificante indígena), comida vegetariana riquísima, piscina, árboles… Unas verdaderas vacaciones yóguicas.
¿Cuál es el propósito que tiene hoy el yoga para ti?
Más que describir el propósito del yoga, diría que, para mí, hoy en día el Yoga tiene sentido. Estamos híper estimulados y estimuladas con una información que tiende a la exigencia, la comparación, al cumplimiento de “metas” socio culturales que no nos representan, que nos proponen una manera de mirarnos que juzga y desconfía, un culto a la imagen y a lo material exagerado y desconectado de lo que cada cual siente en la intimidad.
La práctica del yoga pone un bálsamo en nuestro sistema nervioso tan irritado, permite que podamos descansar del bombardeo constante que ya se ha metido en nuestra mente, que podamos mirarnos con cariño y con respeto sólo por el hecho de estar aquí, que podamos mirarnos entre nosotros y nosotras también de esa manera, con respeto y amabilidad.
También, el yoga nos permite conocernos, saber de qué estamos hechos y hechas, de dónde venimos, qué es realmente lo que necesitamos; ver cómo nos juzgamos y aprender a dejar de juzgarnos… El yoga integra el cuerpo, la energía y la respiración para calmar y equilibrar la mente.
La popularidad del yoga, ¿es una posibilidad o un riesgo desde tu punto de vista?
En esta existencia todo sube y baja, todo fluctúa… En estos tiempos, el Yoga está de moda; estamos creando una imagen más, un modelo más a seguir, respondiendo a la tendencia de buscar modelos de felicidad afuera. Por ejemplo, ahora si haces yoga tienes más likes en las redes sociales.
Pero, al mismo tiempo, con esta moda hay más personas que prueban el Yoga y pueden encontrar en la práctica un regalo definitivo para sus vidas. El Yoga es la vida misma: cuando pasa por tus manos lo llevas dónde y cómo tú quieras, tanto si eres alumno/a como si eres profesor/a. Si quieres profundizar, profundizarás en tí mismo/a; si quieres cambiar tu imagen, ésta cambiará con la práctica; si quieres encontrar paz dentro de ti, la encontrarás con ayuda de la práctica. Encontrarás el tipo de yoga que te lleve adonde tú quieras ir, porque el Yoga eres tú.
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¿Qué le dirías, desde tu experiencia, a un profesor de yoga?
A un profesor o profesora de Yoga le diría que su autenticidad y su propia experiencia de yoga es lo más valioso, y de hecho lo único, que de verdad llegará a sus alumnos y alumnas. También le diría que no intente que cambien; cada uno/a tiene su camino y su ritmo, la clase de yoga es un espacio de libertad.
¿Y a un alumno?
A un alumno o alumna le diría que tal como él o ella sientan el yoga ésa será su verdad; y que los modelos son fantasías que nos distraen de nuestra propia belleza. También le diría que la clase de yoga es un espacio de libertad, así es que si se siente libre en algún momento de la clase, es que está en una buena escuela.
Me encantó el articulo, me identifiqué mucho con los dichos de la autora, en mi caso el mat de yoga y el salónd e clases son de los pocos lugares en los que siento que tengo un tiempo 100% para mi, para conectar conmigo misma, para sentir a libre disposición del corazón. En otras palabras, para sentirme libre, de presiones, obligaciones, de vinculos a otras personas. Salgo de classe de yoga renovada, y en gran parte, por la libertad de energias que el yoga me permite tener