En este artículo hablaremos de Pindasana, conocida como la postura del embrión, del feto en el útero, o simplemente, postura del feto. Efectivamente, al realizar esta asana buscamos reproducir la forma que asumíamos mientras éramos gestados en el vientre de nuestra madre. Se trata, además, de una postura excelente para las mujeres, ya que ayuda a fortalecer el útero.
Pindasana es una de las 16 posturas que se realizan en la secuencia de cierre del método Ashtanga Vinyasa. Esta secuencia, en la que se realizan varias asanas de inversión, armoniza el cuerpo y le brinda energía.
Los beneficios internos de Pindasana
Al igual que Salamba Sarvangasana, Pindasana estimula la glándula tiroidea y las paratiroideas. Esto se debe a que la posición de la cabeza permite una mayor irrigación de sangre en la zona del cuello, activando las glándulas que allí se encuentran.
Como mencionamos anteriormente, esta postura ayuda a fortalecer el útero. Además, Garbha Pindasana, la forma no invertida de esta postura, ayuda al feto a posicionarse correctamente durante el embarazo. Puede ser practicada durante el primer trimestre.
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Por último, otro gran beneficio que esta postura aporta al funcionamiento interno del cuerpo, es la estimulación de los órganos abdominales y de los riñones. La compresión de las piernas contra el cuerpo masajea los órganos de la zona, ayudando a aliviar, entre otras cosas, el estreñimiento.
Ficha técnica
A veces se considera esta postura como una variación de Urdhva Padmasana, el loto elevado, por lo que es importante que tengas total dominio de esta asana antes de intentar realizar Pindasana. A su vez, es importante que ya te sientas muy cómodo realizando inversiones, sobre todo Sarvangasana, que es la base de la postura.
Si ya estás preparado para realizar la Postura del Feto, sigue estos pasos:
- Empieza por adoptar Urdhva Padmasana. Algunas personas prefieren realizar primero la postura de la vela y colocar desde allí las piernas en posición de loto. Otros realizan el camino inverso, ubicando las piernas en posición sentada y luego realizan la inversión.
- Una vez adoptada la postura, baja las rodillas en dirección al piso, redondeando la espalda y usando la fuerza abdominal.
- Los brazos pueden quedar apoyados en el mat, o puedes ubicarlos en la parte baja de la espalda para que funcionen como soporte.
- Si ya lograste encontrar el punto de equilibrio, trae los brazos hacia adelante, rodeando las piernas a la altura de los muslos con ellos. Puedes entrelazar los dedos, sujetarte una muñeca, o practicar algún mudra.
- Mantén la postura sin olvidarte de tu respiración.
- Para volver, simplemente vuelve a apoyar los brazos en el mat, vuelve a Urdhva Padmasana, y baja la espalda lentamente, vértebra por vértebra.
- Se recomienda repetir la asana, de ser posible inviertiendo la postura de las piernas.
- Relaja y ayuda a elongar los músculos de la espalda y el cuello.
- Estimula la glándula tiroidea, los músculos abdominales y los riñones.
Pindasana es una postura de nivel avanzado que requiere un gran dominio de las asanas de inversión, de la postura del loto, del equilibrio, entre otras cosas. Por ello, no debe ser realizada por principiantes.
Si ya te encuentras en condiciones de realizar la Postura del Feto, puedes ayudarte con las manos para sujetar la espalda baja mientras formas el loto con las piernas y llevas las rodillas hacia el piso.
No practique esta asana si sufre de lesiones en el cuello, particularmente en el área de las cervicales.
Tampoco se recomienda realizar Pindasana si tiene presión alta o hipertiroidismo.
En Garbha Pindasana se adopta la misma posición, pero sin realizar una inversión. Empezando desde Dandasana, coloca las piernas en la Postura del Loto. Por supuesto, es elemental ya dominar esta postura para poder ejecutar Garbha Pindasana. Desde allí, comienza a rotar desde los fémures, elevando las piernas hasta que los muslos queden aproximadamente en paralelo.
Inserta los brazos, uno a uno, en el espacio debajo de las pantorillas, donde la pierna se hace más delgada. Una vez que hayas pasado ambos brazos, flexiona los codos y apoya la barbilla en las manos, extendiendo bien los dedos. Eleva la cabeza y siéntate tan erguido como te sea posible, buscando el equilibrio en los huesos de los isquiones.
- Padmasana, la Postura del Loto
- Salamba Sarvangasana, la Postura de la Vela
Qué buenas posturas… Voy a empezar con la cobra..gracias x todo !
Qué buen artículo! Me encantaría poder hacer esta postura, pero no estoy ni cerca todavía. Llegaré alguna vez…
Gracias por sus artículos y recomendaciones
De nada, Mirian! Nos encanta compartir con nuestros lectores 🙂
Ni me figuro poder estar en esta asana jajajaj! Pero leer al respecto y sus beneficios es muy interesante. Quizás algún día…
muchas gracias …por compartir su conocimiento
Gracias a ti por acompañarnos y dejarnos tu comentario, Luz!