Valeria Medina, profesora de Hatha Yoga, nos cuenta su gran cambio: dejó su vida en la ciudad para instalarse a vivir en una ecoaldea de 200 hectáreas de monte, sierras y río en Yacanto de Calamuchita, Cordoba, Argentina.
Desde hacía muchísimo tiempo estaba en la búsqueda de un estilo de vida diferente. Un cambio que además de vivir fuera de la ciudad también esté asociado a una nueva forma de vincularme con los recursos que la naturaleza ofrece, en un intento de generar el menor impacto negativo al ambiente, dejando una huella casi imperceptible y viviendo en armonía y equilibrio con el entorno donde me encuentro.
Desde muy chica recreé una y otra vez esa idea en mi cabeza. Imaginaba ese lugar y ese momento hasta con lujo de detalles. Mientras tanto la vida transcurría y cada paso que fui dando me fue guiando en la dirección a concretar ese deseo. Algunas veces más conscientemente que otras.
Conocí Umepay, una ecoaldea en Córdoba
En Junio del 2019, muy sincrónicamente, llegué a Umepay a compartir un retiro de Yoga y Meditación, en una ecoaldea donde 7 meses más tarde me encontraría experimentando la vida, esa vida que soñé.
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Al llegar por primera vez mi corazón latió muy fuerte. Sentí con mucha convicción de que el momento de dar ese salto había llegado. En ese instante comenzó la transición hacia dejar atrás la vida en la ciudad para crear una nueva vida en la naturaleza. No sabía cómo lo iba a hacer, pero luego de ver con mis propios ojos el lugar que tantas veces había visualizado en mi imaginación, ya no podía volver atrás.
Ya había decidido que cada día de mi vida quería abrir los ojos y ver un cielo abierto y despejado, y no solo un pedacito que hasta ese momento podía ver entre postes, edificios, antenas y cables. Estaba dispuesta a saltar y soltar lo que fuera necesario para crear la vida que quería vivir: donde cada mañana sentir el aroma del pasto mojado, ser testigo del paso de la noche al día, esa mística y esa magia que trae cada amanecer, donde la alarma de cada día sea el sonido de los pájaros cantando y sentir el calor del sol entrando por la ventana.
Me decidí por la naturaleza y la vida comunitaria
Y un día lo hice, un día decidí dar ese paso, un día quise no demorarlo más, porque nunca las condiciones iban a ser las perfectas, aun con miedo, con incertidumbre, más con la certeza de que el camino elegido era el correcto, porque era allí donde había latido fuerte mi corazón.
Así fue como fui soltando Buenos Aires, con profunda gratitud, con una mezcla de nostalgia, alegría, adrenalina, incertidumbre, miedo a lo que aún no conocía, tristeza por lo que iba quedando atrás.
Aunque también con una confianza ciega en los pasos enormes que estaba dando, impulsados por la audacia, la valentía, un gran poder personal que florecía como una semilla fértil dentro de mí, con la intuición aguda y una fe inquebrantable, con los sentidos atentos, y sintiendo el enorme sostén de la inmensa red que siempre me acompaña, confiando en las infinitas oportunidades que el nuevo camino me traería, y muchísimas ganas de compartirlas con quienes elijan caminar conmigo, en resonancia, en sincronicidad, en coherencia.
Cómo es y cómo se vive en una Ecoaldea
Umepay está ubicada en Yacanto de Calamuchita, en la provincia de Cordoba, Argentina. Es un campo de aproximadamente 200 hectáreas de monte, sierras y río. Se reciben huéspedes todo el año y también voluntarios. Cada familia tiene su casa, construida en función a los estándares que propone la Permacultura. Actualmente vivimos 100 personas de las cuales aproximadamente 20 son niños
Trabajo comunitario en la aldea
La forma en la que generamos nuestro sustento son variadas y diversas: no compartimos una economía común, pero nos apoyamos recíprocamente en lo que cada quien decide emprender.
Tenemos dos huertas que crecen a pasos agigantados. “Huma Huerta”: un jardín de alimentos y medicinas, que provee a la comunidad de alimentos, plantas medicinales; también se elaboran tinturas madres, tisanas y medicina de la tierra, con mucho respeto y cuidado. Y “Alimento”: la chacra que abastece mayormente de alimentos a la despensa de la comunidad.
Otros emprendimientos en Umepay
Uno de los proyectos que más puestos de trabajo genera es el “Centro Umepay”: un centro holístico que recibe huéspedes que comulguen con el estilo de vida que aquí se propone, y también grupos que vienen a talleres y retiros también diversos: Yoga, Meditación, Nutrición, Lectura de Aura y distintas actividades para el desarrollo personal.
Asimismo contamos con un laboratorio de cosmética natural, un vivero, la despensa, la casa de té, y la empresa bioconstructora.
Luego coexisten emprendimientos más pequeños, todos en relación de independencia: ropa y tejidos sustentable, el centro de transferencia Umepay + planta de reciclaje, y también aquellos que comparten terapias holísticas de manera presencial y online (Masajistas, Reikistas, Lectores de aura, Biodecodificadores, profes de Yoga etc).
Aquí me encuentro celebrando y contemplando
Y en ese lugar hoy me encuentro, celebrando cada día la potencia de lo simple, confirmando día a día lo poderosa que es la intención cuando es clara y alineada a tu misión.
Contemplando la magnificencia de la Madre Naturaleza, que se despliega a cada instante, y alineada a su ciclo perfecto.
Cada día proponiéndome vivir en la naturaleza como una nueva forma de reinventarme, más no solo a mí, sino a mi vínculo con ella. Intentando no reproducir aquí lo ya aprendido en un sistema que se cae por sí solo.
Naturaleza y co creación colectiva
Luego de 8 meses de estar experimentando la vida en comunidad, puedo afirmar que no cambio este estilo de vida por nada en el mundo. Me cuesta pensar en la idea de vivir la vida de otra forma. No solo lo digo por el hecho de vivir en conexión constante con la naturaleza: las relaciones humanas son el eslabón más importante en esta co creación colectiva.
¡Tomar decisiones conjuntas, crear, crear y crear, apoyarnos, sostenernos, impulsarnos en la concreción de los sueños de cada quien, aquí hasta la iniciativa aparentemente más descabellada tiene su lugar, todo es posible!
Tierra mágica y con vínculos reales
El espíritu de comunidad se vibra en todo momento y siempre hay alguien dispuesto a ayudarte e incentivarte. Los vínculos son tan reales que de cada interacción siempre me quedo con una enseñanza, un aprendizaje que me ayuda a seguir evolucionando. Por algo me gusta llamarle: la tierra mágica.
Te comparto el relato de mi experiencia desde la intención genuina de inspirarte a que si también tu deseo es el de crear una vida en la naturaleza… te animes a hacerlo.
Déjame decirte que la incertidumbre es un lugar que siempre habitamos: incluso en el trabajo más estable, en ese de muchos años, y en este 2020 quedó más que demostrado.
Me dan ganas de que el mundo entero tenga la posibilidad de experimentar la vida en comunidad, de que más gente se anime a crear nuevas comunidades, de que la gente se agrupe, con el propósito de aportar un granito de amor al mundo, me dan ganas del intercambio recíproco, de que podamos aceptar la diversidad y nutrirnos de las diferencias de cada quien.
Que por donde sea que caminemos dejemos semillas. Semillas de amor, de solidaridad y cooperación”.
Más información sobre Umepay en su sitio web o en Instagram @centroumepay
Hermosa experiencia, me encantaría participar de algo así algún día. Gracias por compartir. Cordiales saludos.
He asistido a retiros en Cordoba en medio de la naturaleza y me ha costado regresar al mundanal ruido …te admiro por haber elegido ese tan bello lugar….
Que bella experiencia! Hace mucho que lo suento y ouenso ya que vengo de un lugar conectado con la naturaleza y en la ciudad se pierde. Creo tambien que el tiempo de volver ya esta aqui.????????
en la localidad de Navarro, pcia. de Buenos Aires, existe también una eco aldea muy importante. Me gustaría visitar ambas cuando pase la pandemia. Gracias a la profesía que nos cuenta su valiosa experiencia