Los germinados son los alimentos vivos más antiguos. Germinar es dar vida y llenarnos de vida al alimentarnos. Por eso, germinar en casa una excelente práctica, fácil y económica, que trae además múltiples beneficios.
Beneficios de germinar
- La cantidad de vitaminas, minerales y oligoelementos se multiplica respecto de los que la semilla posee cuando solamente la activamos (remojamos).
- También aumenta, al germinar, enormemente la cantidad de enzimas: sustancias biológicas que permiten al cuerpo realizar sus funciones de forma adecuada.
- El germinado es un alimento “pre digerido”, es decir, sus moléculas se descomponen en moléculas más simples y así resulta más fácil para nuestro organismo poder procesarlo.
- En los germinados se desactivan de forma más efectiva los “anti-nutrientes”: sustancias tóxicas para nuestro organismo, encargadas de mantener “dormidos” los nutrientes de la semilla en su interior, mientras ésta se encuentra en estado latente (antes del remojo).
- Al germinar, aumenta la biodisponibilidad de los nutrientes, es decir, nuestro organismo puede asimilarlos en mayor proporción.
- Los germinados tienen efecto desintoxicante.
Refuerzan el sistema inmunológico. - Estimulan el funcionamiento del páncreas.
- Son saciantes.
- Aportan energía.
Son una excelente fuente de clorofila. - Tienen poder antioxidante
- Con ellos nos aseguramos un cultivo libre de agrotóxicos.
- Elevan la vibración energética de nuestro organismo.
Cómo preparar germinados en casa
Las semillas ideales para empezar a germinar son: lentejas, fenogreco, alfalfa, girasol y quínoa.
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Los germinados pueden prepararse fácilmente en casa con sólo un frasco de vidrio perfectamente limpio, un trozo de tul o gasa que pueda cubrir la boca de éste y una banda elástica. Para hacerlo, sigue este proceso paso a paso:
- Lo primero que se debe hacer es dejar un puñado de semillas en remojo con agua filtrada, durante toda la noche (al menos 8 hs) con el objetivo de activarlas (despertarlas).
- Luego del remojo, se descarta el agua y se mantienen las semillas dentro del frasco, cubriendo la boca del mismo con un tul, que deberá sujetarse con una banda elástica.
- Coloca el frasco inclinado hacia abajo, a unos 45° aproximadamente, dejando que el agua escurra sobre un plato o cualquier recipiente que permita al frasco mantenerse en esa posición. El objetivo es que drene el agua y que, al mismo tiempo, se ventile el interior del frasco a través del tul. Esto se deja al menos 24 hs en un lugar oscuro, o bien se cubre con un paño oscuro.
- Al día siguiente, se enjuagan s las semillas llenando el frasco con agua sin retirar el tul. Descarta esa agua y vuelve a dejarlo inclinado boca abajo a 45°. Se debe repetir esta operación 2 veces al día.
- Una vez que observamos que comienzan a aparecer los brotes, ya no es necesario mantener el frasco en la oscuridad. Se puede dejar expuesto a la luz natural, cuidando de que no reciba sol directo.
- Los dos enjuagues diarios deben seguir realizándose hasta que los brotes alcancen unos 4 ó 5 cm aproximadamente. Eso indica que ya están listos para consumir.
- El proceso de germinación completo puede llevar entre 4 y 7 días, dependiendo de la semilla elegida.
- Una vez listo el germinado, quitamos el tul y la banda elástica y retiramos los brotes. Pueden consumirse en el momento o bien conservarse en la heladera, dentro de un recipiente cerrado, hasta 10 días aproximadamente.
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Consejos para preparar germinados

A diferencia de los procesos industriales en los que una máquina programada repite lo mismo en condiciones idénticas, germinar es una práctica artesanal y sujeta a las variables de la naturaleza (como sucede con la siembra). Te comparto algunos tips a tener en cuenta para que logres hacerlo con éxito:
- Las semillas transgénicas o de mala calidad pueden resultar incapaces de procrear. Es más seguro elegir semillas orgánicas. Y ante la duda, probar con una pequeña cantidad en un frasco chico.
- Hay que enjuagarlas 2 veces por día. En épocas de altas temperaturas, es mejor hacer un tercer enjuague para que no se deshidraten.
- Mantenerlas con luz solar indirecta, alejadas del calor intenso o del rayo del sol.
- Al dejarlas escurriendo a 45 grados de inclinación, cuidar que las semillas no cubran toda la superficie de la gasa. Debe quedar espacio libre para que se ventilen, así no se pudren.
- El calor puede acelerar el tiempo de germinado. Al alcanzar el brote unos 3 ó 4 cm, ya se puede consumir.
- La semilla que queda prendida al brote también se come, así como está.
- ¡No cocines los germinados! Si los querés agregar a un plato caliente, que sea una vez que esté servido en la mesa.
Me encantó la información y los consejos, soy fanatica de la alimentacion saludable,e s un estilo de vida para mi, y el mundo de los germinados no lo había explorado en profundidad, me resultó super interesante!!
Me encantó el artículo gracias por compartir con nosotros
Excelente aporte sobre un tema muy interesante gracias Relajemos!!
Increible amé el tema investigaré más sobre germinados
Cuantos descubrimientos muy bueno como siempre
Me encanta hacer germinados de lentejas, ahora gracias a tus consejos voy a probar los de quinoa y girasol.
Se podrán hacer de sarraceno??
Gracias
Me encantan los germinados y ahora gracias a ti, podré prepararlos en casa, por favor envíame recetarios y gracias por tu aporte hacia una alimentación saludable, abrazos de luz de Aurora para ti, gracias!, gracias!, gracias!!!